.jpg)
Ha muerto Anthony Minghella, director de “El Paciente Inglés”.
Como es una de mis películas favoritas, la noticia, de alguna manera, me llega… Gracias por haberla hecho Sr. Minghella.
Es curioso: siendo una “peli de amores”, que típicamente gustan mucho a las féminas, aún no he encontrado una mujer a la que apasione. Alguna incluso me la ha puesto de vuelta y media (“menuda peli machista” han llegado a decir, ¡bufff!).
Ya digo, amo “El Paciente Inglés”. Cada vez que la veo, frecuentemente para lo que es mi grado de revisión de películas, lloro; a menudo en alguna escena antes que la última vez.
El grito silencioso de Almásy (para mí, mejor que el de Pacino en “El Padrino III”) sacando en brazos de la cueva de los nadadores a SU mujer muerta; la nana que cantaba su nodriza; la Historia de Heródoto; las verdades impotentes que, de smoking, escupe borracho; la impotencia ante el estúpido soldado inglés que le está negando toda su vida; el deseo puro y sudoroso durante el banquete navideño; el pincel trazando los cuerpos que nadan en las paredes de la gruta, en los créditos; la reclamación para sí del “Bósforo de Almásy” (esa escotadura supraesternal...); coser metido en la bañera un vestido arrancado; la mano casi inútil que arrima, una a una, las ampollas de morfina pidiendo morir... y todo el recuerdo de alguien a quien amo que me trae sólo ver el cuerpo, la cara, los inmensos ojos azules de Kristin Scott Thomas rubia…
La excepción ha sido siempre mi hermana. Pero claro, es la otra miembro fundadora (y única) del “Club Internacional de las Arenas – Sección Barbadillo”. Y eso tira mucho…
Es curioso: siendo una “peli de amores”, que típicamente gustan mucho a las féminas, aún no he encontrado una mujer a la que apasione. Alguna incluso me la ha puesto de vuelta y media (“menuda peli machista” han llegado a decir, ¡bufff!).
Ya digo, amo “El Paciente Inglés”. Cada vez que la veo, frecuentemente para lo que es mi grado de revisión de películas, lloro; a menudo en alguna escena antes que la última vez.
El grito silencioso de Almásy (para mí, mejor que el de Pacino en “El Padrino III”) sacando en brazos de la cueva de los nadadores a SU mujer muerta; la nana que cantaba su nodriza; la Historia de Heródoto; las verdades impotentes que, de smoking, escupe borracho; la impotencia ante el estúpido soldado inglés que le está negando toda su vida; el deseo puro y sudoroso durante el banquete navideño; el pincel trazando los cuerpos que nadan en las paredes de la gruta, en los créditos; la reclamación para sí del “Bósforo de Almásy” (esa escotadura supraesternal...); coser metido en la bañera un vestido arrancado; la mano casi inútil que arrima, una a una, las ampollas de morfina pidiendo morir... y todo el recuerdo de alguien a quien amo que me trae sólo ver el cuerpo, la cara, los inmensos ojos azules de Kristin Scott Thomas rubia…
La excepción ha sido siempre mi hermana. Pero claro, es la otra miembro fundadora (y única) del “Club Internacional de las Arenas – Sección Barbadillo”. Y eso tira mucho…
3 comentarios:
jajajajajaja
pensabas en Andoni Ferreño!! que te he pillao!!
mil gracias por pasar...
este viernes veré al ferreño en concierto ;-)
besos
H.
Ni idea de en quién, pero salió así... Anoche le vi yo en Noche H a las tantas... Un tipo grande el Iván, y un cachondo. Hoy sale el disco, y me ha ganado como comprador.
Gracias a ti. Fenomenales Haikus, espero que podamos seguir hablando de ello.
Gracias, Mujer Biónica!
soy mujer y me apasiona el paciente inglés
Publicar un comentario