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jueves, marzo 18, 2010

Una de indios...

El que escribe no es muy patriota, lo justito, ni “llevo el terruño de mis ancestros en el corazón”, que va a ser que no. Pero para aquellos de Uds. que lo desconozcan, el que escribe vive y se ha criado en el Puente de Vallecas de Madrid. Lo que sumado a que mis padres nacieron y han vivido en él toda su vida, como lo hicieron todos mis abuelos desde niños, hace que le tenga cierto cariño a este barrio...


Por ello el cabreo del día: Leo en Valle del Kas (Nº 281, marzo 2010), revista mensual gratuita, buzoneada, con solera de más de veinte años siendo publicada, el titular:


“Esperanza Aguirre en «Territorio Comanche»”. Y sigue: “Estamos en territorio comanche, aunque hemos mejorado mucho en número de votos...”.


Interpreto a la “presi” como que los habitantes de Puente y Pueblo de Vallecas son votantes tradicionales de las izquierdas. De hecho, son los dos únicos distritos de esta villa y corte donde no ganó el PP las últimas elecciones autonómicas y municipales. Así que usa la expresión como metáfora de territorio hostil a las ideas de su partido político.


Venga, vale, me lo trago “condesi”. No te voy a dar una excusa para que me enseñes el colmillo tras tu sonrisa condescendiente. Que no: no hablaré del tufo de menosprecio que de común tiene la frasecita. Y es que a ojos de los yanquis de azul, o mejor, de los españolitos que han jugado a indios y vaqueros, los comanches eran un atajo de salvajes que olían a mierda de bisonte, y que te rebanaban la cabellera en emboscadas cobardes a la mínima que dijeras “esta tierra es mía por la gracia de Dios, el ganado y el ferrocarril”.


Pero mira “Espe”, que eres mi presidenta, te vote (guste) o no. Así que ¿y si te pones a currar de verdad? Así, a lo loco, sin mirar si tu partido gana o no aquí, que igual hasta si lo haces te ganas el favor de los vallecanos como se debe matar a un toro (perdón, bisonte): por derecho. Y es que en la misma revista leo cositas como:


  • “Los vecinos del Ensanche han reclamado al Consorcio de Transportes más autobuses para desplazarse al hospital, a los colegios, a comprar, pero este les responde [...] que de momento no hay dinero para comprar autocares ni para contratar conductores.”
  • Crecen los robos en los quioscos (de prensa): [...] en menos de mes y medio entraron en diecisiete establecimientos de este tipo”
  • “El (hospital) Infanta Leonor, desbordado: [...] la media de camas ocupadas en el Gregorio Marañón por los residentes en Vallecas era de 700 y este nuevo centro sanitario dispone de menos de 300.”
  • “En diciembre de 2009 [...] en Puente de Vallecas había 21.860 personas en edad de trabajar sin un empleo. Ningún otro distrito tenía tantos parados a pesar de que ocupa el tercer lugar en cuanto a habitantes, con 240.000 personas inscritas en el censo. El 9% de sus residentes está sin trabajo, lo que supone un 20% de la población activa.”
  • Por no hablar del reportaje sobre el barrio de San Agustín: Retraso de la Comunidad de más de 3 años en el pago de subvenciones para rehabilitar casas, cuando el Gobierno Central te ha soltado su parte hace tiempo; Deuda de los Centros de Acceso Público a Internet no saldada, y abolición de la ayuda en el futuro (o sea, extinción del servicio); El Ivima que se lava las manos en la integración de los vecinos conflictivos cuando es quien debe intervenir, y tiene que ser el Ayuntamiento el que ponga en marcha un plan de choque...


Y maja, no me repliques pasando la bola a Gallardón o a Zapatero, que en todos los casos citados tu gobierno autonómico tiene competencias. Amén de que comanches seremos, pero también madrileños, guapita de cara.


Tiene guasa de todos modos que leyera todo esto el día de la presentación de la última novela de D. Arturo, “El asedio” (a la que no falté): Fue él quien popularizó la frase de marras titulando así uno de sus libros que trataba de experiencias de corresponsales de guerra, hoteles asediados y francotiradores. Claro que mi presidenta en eso es experta, correteando con sus calcetinitos y su canesú sobre charcos de sangre a medio cuajar en recepciones de Mumbay... Otra vez los malditos comanches.

sábado, noviembre 21, 2009

Morirse

Pues a propósito de la entrada anterior, impresionado estoy porque ¡un anuncio de televisión!, ¡de un banco!, enseñe tanto sobre la muerte... Transcripción del vídeo "La historia de Javier":

Vivir es aprender a decir adiós.
Pero solamente puede decir adiós el que ha dicho hola.
Soy psicólogo y llevo muchos años trabajando con personas que están al final de la vida.
El miedo va a estar siempre presente en la experiencia del final,
por una razón muy sencilla:
nadie nos queremos morir.

La clave está en no huir,
la clave está en afrontar.
La soledad no se produce por no tener a nadie al lado
sino por no tener con quién poder hablar de aquello que es importante para ti.

Y al final, ¿qué es lo importante?
Poder sentirte querido.

Qué paradoja, ¿no? En medio de tanta muerte
tantísima vitalidad, tantísima vida ¿eh?.

Javier Barbero, psicólogo.

Lo que no enseñan en la escuela

Se aceptan sugerencias, comentarios (y rectificaciones) a cada una de las cosas que no se enseñan en las escuelas y que, más que básicas, son imprescindibles para la vida...

- A morirse.
- Economía básica.
- Contratos y demás, lo que firmamos (al menos las cuatro reglas).

¿Más? Saludos lectores.

lunes, junio 22, 2009

De superación, esfuerzos, enseñanzas morales, y otras zarandajas

Recibo referencia del siguiente vídeo,

http://www.godtube.com/view_video.php?viewkey=8cf08faca5dd9ea45513

Lo veo sólo porque quien me lo remite es muy especial, y su criterio respeto casi como sagrado... Denle un vistazo (o no, allá ustedes...)

Hace años fui monitor de verano de personas con parálisis cerebral, síndrome de down y espina bífida, entre otras dolencias graves. Así pues, un poco, poquito, poquito, poquito, sé de lo que hablo a continuación.

Si han hecho clic en la dirección, entenderán lo siguiente:

Vale, el chico, afectado claramente de parálisis cerebral o similar, puede que se sienta de la leche participando de la emoción propia de algo en lo que, claramente "again", los demás (imagino que empezando por medios de comunicación sin otra noticia a mano...) le consideran una estrella debido a su condición. Pobrecito, él, ay mare. Y que el padre piense que así ayuda a su hijo, con sacrificio propio, y que se fortalece su unión emocional haciendo juntos algo extraordinario, etc., etc., etc.

¡Pues NO, miren por donde! No comulgo ni con el evidente y burdo proselitismo neo-cristiano-norteamericano del vídeo (la cita bíblica del final, pufff, me revuelve el alma que no tengo), ni siquiera con la acción en sí: ¡¡¡el muchacho realmente no hace nada!!! ¿Soy el único que lo nota?

Así que nanai, nones, que no cuela "my friends": que no realiza ninguna acción de superación. De más valor para él, y para todos los demás, sería que se nos enseñara algo como que ahora pudiera agarrar una cuchara de sopa sin ponerse perdido, cuando un año antes no era capaz; o cómo puede leer un libro pasando las hojas por sí mismo, lentamente... ¡¡¡Eso serían muestras reales de SU superación!!! Pobre inconsciencia...

Es más, su padre es un imbécil que le pone en peligro sin motivo alguno: Por mucha precaución que pongan, un golpe de mar podría ahogarle en su paseíto en barca, o podría agarrar una insolación de extrema unción en la carrera, deshidratarse, o, o, o...

Así que, si la quieren, mi conclusión es que este tipo de idioteces son con las que nos engañan a diario, haciéndonos pensar bien que deberíamos hacer acciones inspiradoras como la presentada, bien que qué bello es un mundo en el que viven gentes que son capaces de hacerlas... PUAJJJJ

Por lo ya expuesto, son estupideces que sólo engañan, manipulan y falsean nuestras vidas. Muy a menudo podemos encontrar lo más noble y bueno mucho más cerca, en lo sencillo que pasa desapercibido (padres, hermanos, parejas, amigos...), y su capacidad de inspiración está en poder/querer asimilarlo.

Y el mundo no es, ni creo será, una constante de bondad como parece quieren hacernos pensar podría ser. Sólo hay que ver que en nuestras vidas se mezclan, sin descanso, momentos de la máxima elevación, con otros de lo más ramplón, si no directamente mezquinos. Y yo digo: ahí está precisamente la grandeza y maravilla de la vida. Amén.

miércoles, junio 17, 2009

Sorpresas nada sorprendentes

Avión a Inglaterra. Mi asiento de pasillo lo ocupa un caballero, mejicano por el acento, al que desalojo educadamente antes de devolverle su "rellenita" cartera, olvidada por las prisas. Doy las buenas tardes a la chica sentada en ventanilla. Me las devuelve con una sonrisa, entre amable y sorprendida por mi gesto.

La espío de reojo agazapado en mis Rayban. Pelo corto rubio, con mechas. Rostro bonito, agradable sin abrumar por "guapa". Piel de natural bronceada. Ojos muy grandes y oscuros que miran al exterior. Le calculo treinta y pocos, y me recuerda vagamente fotos de adolescencia de mi madre. Unos pendientes y un colgante de plata son sus únicos adornos. Camiseta azul de tirantes, y pantalones marino que al principio me parecen sastre, pero descubro más tarde que son deportivos, Adidas por las tres bandas blancas.

Su escote es muy bonito: Es extraño, pero no me decido por decir si está solo un par de kilos por encima de su “peso ideal”, o directamente su complexión es fuerte por deportiva. La cuestión es que su pecho, bien proporcionado para el 1,60 aproximado que calculo, sube y baja armónicamente, dorado por la luz de la tarde…

Tras dar cabezadas, comenzar a leer el “ladrillo” que supone la edición de bolsillo de Los Pilares de la Tierra, comprada probablemente en el aeropuerto, y devorar medio bocadillo de jamón, saca de debajo de sus piernas bolsa, chaqueta, etc. y las deposita en el asiento libre entre ambos. Estoy tentado de comentar si necesita ir al lavabo, pero me abstengo.

Faltan unos diez minutos para llegar. No hemos cruzado más palabras desde el saludo. La sobrecargo anuncia algo por megafonía, en inglés: Estaremos aún veinte minutos dando vueltas sobre Londres por “congestión en el tráfico aéreo” (el tráfico aéreo también se congestiona, sí, aunque ni moquea ni tose). Tras preguntarme qué han dicho, y mostrarse contrariada por mi explicación, llama a la primera azafata que pasa, y en un inglés correcto pero que se ve utiliza poco, explica que tiene apenas dos horas para alcanzar su conexión. La azafata inglesa, de pie en el pasillo y conmigo entre ambas, se explica lo justo (poco puede decirnos…), y como conclusión sólo comenta que se va a informar de cómo anda su siguiente vuelo, y que al aterrizar puede ponerla la primera para desembarcar…

Ella intenta explicarle que no, que tendrá que recoger aún su equipaje, y que además será la última en desembarcar, seguro, porque… ¡va en silla de ruedas! Así que o la "cuelan en brazos, o a ver".

Un accidente… Jugadora de baloncesto, en un equipo de chicos. Vuela a Sidney para jugar allí una liga de dos meses. Es de La Unión, Murcia, pero vive en Sevilla. Viaja mucho por el deporte (hace dos días estaba en Italia), y por placer, claro. Además de su silla, carga con otra de juego…

Aquí la tienen: http://www.cdonceandalucia.com/02e32c99bb0d6a11c/plantilla/02e32c9b2311d4d04/index.html

Extraordinaria normalidad. Sorpresas que no me resultan sorprendentes. Intentaré seguir más la liga en silla de ruedas. Y luego hay quien pone pegas para moverse…

lunes, junio 08, 2009

Un vídeoclip emocionante

No suelo incluir entradas de este estilo, pero este vídeo me emociona, es sencillo, la canción es buena, y la chica preciosa... ¡esas lágrimas!

Con ustedes Duffy, "Warwick Avenue".

http://www.youtube.com/watch?v=HhZ5-L9znt8

sábado, marzo 14, 2009

Budapest: María Cristina

- Vista desde mi mesa en el Robinson, con los Szechenyi al fondo -

Me llego a Budapest tres días, motivos de trabajo, y en mi primera jornada me escapo a almorzar al Városliget, "Parque de la Ciudad", que me queda a cinco minutos caminando desde el hotel donde me alojo, y que les recomiendo: Andrassy Hotel (http://www.andrassyhotel.com/), Andrássy út. 111, H1063 (su restaurante, Baraka, aceptable).

Entro en el parque atravesando el Monumento a los Héroes, y encuentro más rápido de lo que pensaba el restaurante Robinson (
http://www.robinsonrestaurant.hu/), un precioso lugar literalmente sobre el lago junto a los baños Szechenyi (los mayores de Europa; si pueden, ¡vayan!). En él había cenado en noviembre del 2007 con mis mejores amigos, una noche de nieve en la que a punto estuve de perder un pie por congelación (malditas botas Replay agujereadas...), pero inolvidable por aquel hígado de oca, el ambiente de velas, un baile improvisado al son de la guitarra y voz de un argentino que actuaba aquella noche...

Así que solitario como ando (pa'variar) me echo a recordar. Y como el mundo es grande, pero muy chiquito a la vez, la banda sonora de mi comida tercia del magiar profundo a lo que sigue, en español y con un par:

"María Cristina me quiere gobernar,
y yo le sigo, le sigo la corriente
porque no quiero que diga la gente
que María Cristina me quiere gobernar"

O lo que es igual para el menda que les relata, una de las cancioncillas más queridas de entre las que de niño oía a mi abuela. Bemoles tiene la cosa cuando uno tiene que ir a comer a la vera del Danubio, entre aguas termales y patos, para poder escuchar semejante y deliciosa versión.

La música discurre más o menos en ese tono, entre recuerdos de Caetano y su versión de aquella otra que dice "Más allá de tus labios, del sol y las estrellas...", y alguna cachonda sorpresa del calibre de "Toma chocolate, y paga lo que debes..." gracias a "El Bodeguero".

viernes, enero 23, 2009

Presidente Obama


Barack Obama es presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Mucho está ya dicho, así que sólo destacaré los párrafos y notas que extraigo de mi lectura de su discurso inaugural (según traducción al español de María Luisa Rodríguez Tapia, El País 21/01/2009).

  • "... Estados Unidos ha seguido adelante, no sólo gracias a la pericia o la visión de quienes ocupaban el cargo, sino porque nosotros, el pueblo, hemos permanecido fieles a los ideales de nuestros antepasados y a nuestros documentos fundacionales." - Él es uno más del pueblo.
  • Crisis en vivienda, empleo, sanidad, educación y energía + desconfianza los temas en los que trabajar.
  • Esperanza vs. miedo; propósito común vs. discordia.
  • "Ha llegado la hora de [...] escoger lo mejor que tiene nuestra historia." Y descartar por tanto lo malo.
  • "Todos somos iguales, todos somos libres, y todos merecemos una oportunidad de buscar toda la felicidad que nos sea posible."
  • Prosperidad y libertad: conseguidas con audacia, actividad, construcción.
  • "... el periodo del inmovilismo, de proteger estrechos intereses y aplazar decisiones desagradables, ha terminado;"
  • Pone el foco en infraestructuras de transporte y comunicaciones, ciencia, modernización de la sanidad, energías renovables, modernización de la educación.
  • Confianza del pueblo y su Gobierno; prudencia en el gasto, cambio de los malos hábitos, transparencia.
  • Control del mercado prosperidad (de todos) vs. riqueza (de unos pocos).
  • "... rechazamos como falso que haya que elegir entre nuestra seguridad y nuestros ideales [...] el imperio de la ley y los derechos humanos".
  • "... nuestro poder no puede no [...] nos da derecho a hacer lo que queramos."
  • "... disminuir la amenaza nuclear y hacer retroceder el espectro del calentamiento del planeta."
  • "Somos una nación de cristianos y musulmanes, judíos e hindúes, y no creyentes." Bien, estamos todos.
  • "... el mundo ha cambiado, y nosotros debemos cambiar con él."
  • "... espíritu de servicio, la voluntad de encontrar sentido en algo más grande que ellos mismos."
  • Gobierno - Comunidad - Individuo → fe y empeño
  • "... valores de los que depende nuestro éxito - el esfuerzo y la honradez, el valor y el juego limpio, la tolerancia y la curiosidad, la lealtad y el patriotismo - son algo viejo. [...] Por eso, lo que se necesita es volver a estas verdades." Increíblemente inspirador.
  • "... tenemos obligaciones con nosotros mismos, nuestro país y el mundo;"

Nota final.-


El presidente Obama firmó ayer día 22 las siguientes órdenes ejecutivas:

  • Cierre de la prisión de Guantánamo en el plazo no mayor a 1 año.
  • Prohibición de la tortura y los malos tratos en interrogatorios y encarcelamiento de presos.

Puesta en práctica de las intenciones declaradas en campaña. Ruptura con el nefasto pasado reciente. Derechos humanos, coherencia, liderazgo, esperanza, futuro.

jueves, enero 22, 2009

Lost in Connection (Comentarios Finales)

Antes de nada, muchas gracias a todos los que habéis seguido mi diminuta aventura. Si estas cosas merecen la pena es por la gente que se aprecia, y que le aprecia a uno, con las que se vuelve a contactar a la vuelta...

Un par de comentarios finales:

- El regreso, también con Iberia, es algo mejor: Vuelo directo Boston - Madrid; sólo sale con 1 hora de retraso, y llega con media... ¡un paraíso! Además me toca una salida de emergencia y puedo estirar las piernas.

- En el vuelo de ida a Chicago: olvido comentar que mis compañeros de fila músicos (la pareja rusa) volvían de Israel. Malos días en la zona. Gaza, ya sabéis. Además, tengo que dar las gracias a una natural de San Diego con la que pego hebra una hora bebiendo agua en la cola del avión. Curiosa: me cuenta que tiene orígenes piamonteses, y percibo que ve la vida con el relajamiento relativo que gastamos en el Mediterráneo. Debe ser el espíritu californiano. Me dice que estando en Alemania, hablando alemán la confunden como española, nunca aciertan que es yanqui. Será su aspecto (es cierto, podría pasar por nativa de aquí) aunque con algo más de exuberancia de la que veo a diario desde mi guarida madrileña...

martes, enero 13, 2009

Lost in Connection (2ª parte)

Abro los ojos. Son las 4:20, así que he dormido 5 horas. El cambio horario, el ruido del aire acondicionado y un sms acaban por despertarme. Salgo a echar un pitillo pisando nieve helada. Tomo un zumo, un preparado de avena, y me doy una ducha caliente. La espalda me deja respirar…

Las siguientes 3 horas y media escribo la primera parte de este viaje, fumo 3 cigarrillos, reviso los buzones de email y leo prensa en la web. Divertido, ¿verdad?.

A las 9:00 salgo del hotel con mi compañero de desdichas en el camino a Boston y una pareja de españoles con nene de regreso a su casa en la bahía de San Francisco.

9:35. ¡Yupi! Todos los vuelos a Boston de la mañana están cancelados por la nieve allí. En menos de 2 días he cazado 3 tormentas de nieve en 2 continentes distintos. Me separo de mi compañero unos minutos para cambiar mi vuelo (no le vuelvo a ver desde entonces), y consigo que American Airlines me ponga en el siguiente en el que pueden confirmarme asiento: United Airlines, salida ¡a las 5 de la tarde! Eso, claro, si acaba saliendo…

Pongo al día a mi familia por teléfono, intercambio sms’s con mis amigos en España, y actualizo a mi jefe el estado de mi odisea por email. En el mostrador de Iberia, para variar, no hay nadie. Les llamo. Me dicen que abrirán a las 2 menos cuarto. Planeo llorarles un poco.
Pitillo y a la T.1, la de United. Me aseguro la tarjeta de embarque. Paso el (largo) control de seguridad. Compro una barrita de cereales y el GQ americano por la portada de Jenny Anniston (espectacular la tronca a los 40). Consumo todo y me aburro. Exploro tiendas en 3 terminales, y encuentro que el aeropuerto O’Hare es en esto el más pobre del mundo occidental.

Me quedan 5 horas de espera, y decido salir de la terminal a fumar. Vuelvo a los mostradores de Iberia. Espero 20 minutos. Es la 1 de la tarde, abren por fin. Para variar, “debido a que los retrasos se han debido a condiciones climáticas”, no consigo ni siquiera el vale para un bocadillo. Apenas les lloro. Me largo. Ni me cabreo.

Nieva levemente. Vuelvo a la T.1. Compro un bagel de canela con Philadelphia (me lo como por separado, metiendo y chupándome el dedo untado de crema de queso), una manzana y un café con leche mediano: Podría sacar 3 del tamaño normal en España. Aquí, ya se sabe, todo es más grande.

Mientras apuro el café escuchando “Mentiroso Mentiroso” de Iván Ferreiro (hacía mucho que no lo hacía… http://niestaniseleespera.blogspot.com/2008/03/ivn-ferreiro.html), y me fumo un par de Luckies, una chica de unos 20 años me pide ayuda. Se ha quedado sin pasta y va a recoger a su novio. Son 30 dólares cada trayecto de 2 horas en bus. La situación la avergüenza mucho, se nota. Nadie le ayuda, e incluso un tipo le ha gritado en un idioma que no entendía. Lo que pueda darle estará bien. Decido que si estuviera en su lugar me sentiría bien jodido, y que esta va a ser mi “buena acción del día”. Ni me paro a recapacitar si lo que cuenta es verdad o no. Busco un cajero. Saco 80 dólares y se los doy (trayectos completos, y para tomarse algo caliente). Se sorprende. Me pregunta si estoy seguro. “Sí”. Se ofrece a devolvérmelos si le doy una dirección. “No es necesario”. Le doy una tarjeta con mi email y le pido que sólo me escriba diciéndome como ha ido todo. Lo promete (no creo que lo haga), dice que me mandará flores (jajaja), me abraza un par de veces dando gracias y la pierdo de vista. Apuro otro cigarrillo.

Paso de nuevo el control de seguridad, otros 15 minutos sin esperar cola. Busco la puerta de embarque, me siento y escribo; me animo con Jamiroquai, leo Wired (“prestada” del hotel), y cuando a las 4 y 20 vuelvo del baño, ‘surprais, surprais’, el vuelo está demorado 40 minutos…

5:45 de la tarde. Embarco, en el último grupo que llaman, no falla, y tengo asiento central. Leo el catálogo de compras de ‘sky mall’, la revista de United, y escucho a Björk a todo lo que da el ipod nano.

Poco más ya. Aterrizamos sin más novedad. Echo el cigarrillo de rigor al salir del aeropuerto. Curioso: un tipo me pide un pitillo y se empeña en pagármelo (no le cojo la pasta, claro), y en las vallas de publicidad anuncian ¡catéteres!. O hay un congreso médico estos días, o estos Bostonianos son muy raros…

El taxista, por supuesto jamaicano y con Bob Marley de banda sonora, me lleva rápido al hotel, el Westin Copley Place hotel (http://www.starwoodhotels.com/westin/property/overview/index.html?propertyID=1035&language=es_es&PS=PS_aa_NewEngland_SPANISH_ES_Branded_boston_westin_copley_place_072808_NAD_FM), y encuentro varios compañeros en el bar. Son casi las 10 de la noche del domingo, y soy el “chico noticia” del fin de semana en mi grupo. Acabo resumiendo mi historia unas 10 veces. Todos se compadecen un poco de mí, y siguen bebiendo. Han sido 43 horas desde que salí por la puerta de casa.

Por fin llego a la planta 25. ¿Sabes qué? Mi habitación es la más alejada desde el ascensor. No podía fallar.

Las 11. Cama. Dormir.

domingo, enero 11, 2009

Lost in Connection (1ª parte)

Sábado 10 de enero de 2009, viaje de trabajo de 5 días a Boston. Tras el cierre ayer viernes de Barajas por la nevada sabía lo que me esperaba… Pero no, no lo sabía.

Me levanto, las 8:00. Leo un email de aviso de tormenta de nieve en la zona de Boston. Fumo un cigarrillo, el último en muchas horas. Vuelo vía Chicago (es estúpido, pero es lo que hay). Llego al aeropuerto sobre las 10:30. Colas interminables en la facturación de la T.4. Mi vuelo se cierra en 15 minutos, así que busco el mostrador de cierre inmediato y espero unos 25 minutos la tarjeta de embarque. Estoy en lista de espera, hay ‘overbooking’. Si no vuelo hoy “puede hacerlo mañana domingo en vuelo directo…” ¡En qué hora no le digo al tipo que directamente me ponga en ese vuelo (además, algo de pasta habría sacado)! Pero la responsabilidad me puede…

Espero en la puerta de embarque una media hora a que pase todo el mundo. Las 11:50 de salida prevista se han convertido en las 12:20.Gracias a mi categoría de cliente “Ruby en la alianza OneWorld” tengo plaza (una señora con 3 niños pequeños no tiene tanta suerte), la 28D, pasillo, casi al final del Airbus 340.

2 horas sin movernos. Esperamos que descongelen las alas (tienen unos 15 centímetros de nieve). Rodamos por la pista y despegamos. Salimos con 3 horas y 20 minutos de retraso, sé que no llegaré a mi vuelo de conexión (tenía sólo 1 hora y media para hacerla), y tengo hambre. Me esperan 9 horas y media como mínimo de vuelo en clase turista.

Comida de lo peor. Veo “Apaloosa” de Ed Harris. Pego hebra con mis compañeros de fila: Una pareja de rusos emigrados a USA que se quedaron atrapados el viernes en Madrid a su vuelta desde Israel a Chicago. Él toca la viola, incluso lo ha hecho en el Palacio Real con la colección de Stradivarius, y ahora da clases de música en la Universidad de Michigan State; ella era pianista. Está además una muy simpática (¡gracias por la mandarina gallega!) profesora de español de La Coruña, de vuelta a su puesto en la Universidad de Birmingham, Alabama. Al menos la señora rusa me descubre al chelista Yo-Yo Ma (http://www.yo-yoma.com/), al grupo de su hijo violinista ‘Brooklyn Rider’ (http://www.brooklynrider.com/), me recomienda un compositor llamado Anton Webern (http://es.wikipedia.org/wiki/Anton_Webern), y descubro que existe una versión de las Variaciones Goldberg para violín, viola y chelo.

Cuando en la pantalla del avión veo que sobrevolamos los Grandes Lagos, comenzamos a dar vueltas justo en medio, esperando nuestro turno de aterrizaje “debido a las condiciones metereológicas”. Así estamos más de 45 minutos.

Aterrizamos. Todo es blanco. Estamos en medio de la nada a 300 metros del finger. Pasamos 1 hora esperando nuestro turno de enganche.

Desembarco. Terminal 5. He acabado con unas 5 horas y media de retraso sobre el horario previsto. Ni rastro del personal de tierra de Iberia que se supone nos estaría esperando a los que hemos perdido las conexiones. No he dormido nada. Estoy cansado.

Me pongo en la cola de aduanas e inmigración. Me toca la de los tontos, y un oficial aún más idiota. Espero algo más de 1 hora. Paso.

Terminal 3. La mitad de la terminal está vacía. La otra, llena de colas de gente. Hay muchos vuelos cancelados/retrasados por la nieve en Chicago. El mostrador de Iberia, como no, está justo el último en la parte ya vacía. Dejo mis bultos en la cola y fumo el primer cigarrillo en unas 16 horas. Hace frío, mis pantalones vaqueros se quedan tiesos como el cartón, y el aire te corta la cara.

De vuelta en la cola, me siento en el suelo. Me duele la espalda. Espero unos 45 minutos a que me atienda una abuelita yanqui, al menos muy amable y sonriente, que no habla ni papa de español por supuesto. Me hubiera dado igual llegar a tiempo: mi vuelo a Boston se canceló por el tiempo en Chicago. Logro una plaza en el de mañana domingo, salida a las 12:20 del mediodía, y un vale descuento en un hotel del aeropuerto.

Llego con otro español que también viaja a Boston por trabajo a la estación de furgonetas de los hoteles. No hay indicaciones de dónde para cada cual. Acabamos encontrando la adecuada. Pero es tan pequeña y hay tanta gente esperando que tras subir la maleta, tenemos que bajarla porque ya no hay asientos… Mi espalda me duele tanto que casi no puedo respirar. Me preocupo, mucho. Es la primera vez que me pasa en toda mi vida. Me tomo 1200 miligramos de ibuprofeno y un par de Lucky Strikes. No puedo tumbarme en ningún sitio.

Tras otra media hora de espera, llega la furgoneta, la asaltamos y me planto en el hotel en menos de 10 minutos (‘aloft’ se llama el sitio). Pido cama ‘king size’ y llamada de despertador a las 8:15.
Me acuesto. Son las 11 de la noche, las 6 de la mañana en Madrid. Llevo 22 horas despierto. No sé cuántas sentado o esperando en colas. Me duele mucho. Mucho. Me duermo…