Una de Romanos

Que en algunas cosas seguimos igual que hace dos mil años es algo que a nadie se le escapa. Pero ejemplos tan claros como para que hasta el que escribe y suscribe se dé cuenta, poquitos. Explico la historia, a ver si les suena:

Palestina. Un tipo acusado por la clase dirigente judía de un crímen. Custodiado por la potencia hegemónica del momento, a la mínima que el sanedrín manda a sus chavales a meter un poco de presión cañera, la susodicha potencia se lava las manitas bien lavaditas, y les deja al tipo empaquetado con lazo para que lo trinquen y le apliquen la justicia que les salga de la punta del rollo de la ley.

¡Vaaale! El ejemplo seguro que molesta a la Sagrada, Apostólica y muy Romana Iglesia Católica (y me tildarán de hereje), además de a rabinos y demás jerarcas seguidores de Moisés (que me llamarán antisemita). Que si nada tiene que ver el asesino de un ministro de Turismo democráticamente elegido con el Nazareno y sus prédicas, bla, bla, bla. Pero no me negaran que en ambos casos se da el mismo tufo, el mismo escenario y casi si me apuran, protagonistas comunes.

La cosa es, hay que fornicarse, que el pasado día 14 de marzo los guardias americanos unidos del norte, y sus coleguis hijos de la madre Albión, se han dado el piro vampiro a la primera que el Tsahal les ha puesto los tanques frente a la cárcel de Jericó que custodiaban. Que lo reconozco (con alguna enfermiza admiración): los de la kipá eso lo hacen mejor que nadie en el mundo, y como ya sabemos que no se andan con chiquitas, lo que se dice acojonar, deben acojonar un rato. Pero igual de cerca se los ponen a los chavales en Gaza, y lo de “a tiro de piedra” deja de ser una frase retórica…

Pero vamos, que la cosa tiene bemoles. ¡Que no eran cuatro muertos de hambre los custodios, coño! Que éstos pertenecen a los más numerosos y potentes ejércitos del mundo, tienen detrás el mayor poder político, y la clave económica de la supervivencia de Israel como país desarrollado. Como para echarle un par y decirles: “- Aquí todo el mundo más quieto que el Cristo del crucifijo del páter. Y si os ponéis chulos, nosotros más. Y como oigamos el más mínimo petardo fallero, llamamos a la Quinta flota, ataque aéreo, ataque aéreo, y os ponen hasta las trancas, que total, tenemos que gastar los sobrantes de Bagdad”.

Pues no. Se largan. Dejan con el culo al aire del Mar Muerto a los palestinos encargados de la seguridad del recinto penitenciario, a los que muy probablemente han formado para ahora darles este bonito ejemplo y dejar morir de paso a uno de ellos. Y además tienen las narices desvergonzadas de decir que lo habían avisado, que si no se mejoraban las condiciones de seguridad se largarían… ¡Ja! me parto la caja del tórax. Además de cobardes, resultan ser mentirosos, lo que no es muy edificante en cualquier ciudadano, y menos en militares según dice su tradición. ¡Ah! Y todo eso estando en un mandao de la comunidad internacional. Otra patadita más a lo que el resto del mundo acuerda… Claro está que “el resto del mundo” tampoco hemos movido el bigote para escupirles en la cara todo esto, ¿verdad, gobierno español mío? Y menos que ninguno, el ralo bigote de D. José María. Pero claro, tratándose de sus admirados, de él no lo esperaba.